jueves, 30 de junio de 2011

Penitence

Sin ojos para el futuro, sin voluntad para el pasado. Sin culpa a las espaldas, pero si muchos recuerdos. Un llanto, cien besos, mil miradas, diez mil risas, cien mil abrazos y un millón de anécdotas estúpidas... que quedaron en el pasado, pero que aún arden en mi interior, con más fuerza que nunca.