Ya no tiene derechos, ya no tiene privilegios, ya no es quien solía ser. Ahora solo es cualquier persona, solo es alguien que pasa por su vida y sin hacerlo a la vez... ya no es nadie. Todo lo que fue ya no lo es, todo lo que iba a ser, se perdió. Sentir el sonido de tu corazón al desvanecerse pedazo a pedazo, trozo a trozo... hasta no quedar nada. Porque siempre ha querido lo que no puede tener, porque siempre ha querido lo imposible, la felicidad. Felicidad que le es negada o no consigue apreciar, pero al fin y al cabo, felicidad no alcanzada.
Tantas cosas por no querer olvidar, por echar de menos, por querer que se repitan.... tantos momentos en mi vida que sin embargo, se pierden. Tú eres el último de esos momentos, de esas sensaciones, de esa casi felicidad alcanzada, de esa nostalgia, lo eres tú. Ultimo trozo de corazón que con esperanzas, deposité en ti... y que perdí. Así se completa el juego... así mi vida acaba, pone fin a todo. Sin nada que contar, sin nada que decir... sin querer recordar cómo se perdieron todos los trozos, sin querer olvidarlos a la vez. Sin querer sentir ese vacío en el pecho, que nunca más volverá a ser llenado.