jueves, 30 de junio de 2011

Volar

-¿Me enseñas a olvidar?

-No, no me pidas eso.

-¿Por qué? ¿quieres que sufra por mis historias del pasado?

-No es eso, y lo sabes.

-¿Entonces? No veo por qué no puedes ayudarme cuando te necesito.

-Es sencillo, si alguna vez nos distanciamos, sabrías como olvidarme.

-Nunca te olvidaré, y si te pido ayuda, es porque quiero olvidar el pasado y dejar espacio para el futuro, dejar espacio para ti.

-Muy bonito, pero con eso no conseguirás que salga contigo.

-No necesito convencerte, ya esta hecho, solo hace falta un empujón, y verás como necesitas estar conmigo.

-Eres un egocéntrico, no necesito estar contigo, no necesito estar con nadie. Y si fuera así, estaría con un hombre alto, guapo y que estuviera en forma. Él vendría a buscarme en su moto y me llevaría a volar por las calles. Me enseñaría el mundo y con él descubriría lo que es amar. No me abandonaría, sería bueno, amable y cariñoso. Saldríamos a pasear bajo la lluvia, me secaría la cara y me besaría. Ese hombre, mi hombre, es con el que yo estaría, y al no existir, me quedo sola.

-Te doy la razón. Además, si algún día aparece, me encargare yo mismo de que estés con él. Pero por ahora, puedo cuidarte yo. No soy el hombre perfecto. Solo soy alguien que te ama y te necesita. Solo puedo ofrecerte mi corazón, no tengo nada más para ti. Si te parece poco, escucha esto. Puedo enseñarte a amar cada día de una forma diferente. Te puedo enseñar un mundo en cada mirada, en cada beso, en cada abrazo, sin que tengamos que viajar. Puedo ser bueno contigo, amarte, respetarte, y no abandonarte nunca. Puedo hacer que sueñes estando despierta. Puedo hacer que volemos los dos, juntos, de la mano, en una noche estrellada. Puedo amarte hoy, mañana, y los días que vendrán. Puedo estar contigo en las buenas y en las malas. Y sobretodo, si no estamos juntos, no querría estar con nadie más. Como ya te he dicho solo puedo entregarte mi corazón, a ti y solo a ti, es lo único que tengo. Si lo rechazas, no me quedará nada, solo existiría un vacío dentro de mi. Te quiero.

-Pero... ¿y la moto?

-Me rindo... no puedo contigo - él hace el amago de irse-

-Jajaja. Espera, ¿no quieres escuchar que yo también te quiero?.

-¿Qué? ¿enserio? ¿como un amigo o...?

-No lo sé.

-Deberías saberlo, no puedes decirme no lo sé, después de decirte todo esto, después de entregarte mi corazón, simplemente...

Ella calla sus palabras con un beso.

-Está empezando a llover, volvamos a casa, y mañana vienes a buscarme. Tienes que llevarme a volar contigo, ¿no?