Consúmete en tu propio fuego. Si echas de menos algo, aléjalo aún más de ti. Si necesitas un abrazo, quédate solo. Si necesitas salir, quédate en casa. Si te duelen las heridas, clava cuchillos en ellas. Si necesitas estar bien, asegúrate de sentirte lo peor posible. Si necesitas algo, busca lo contrario. Si tienes hambre, deja de comer. Si ves que mueres poco a poco... simplemente, no hagas nada.
¿Para qué luchar contra lo que la vida tiene preparado para ti? ¿Acaso tienes algún motivo? Yo prefiero dejar de luchar, sentarme a ver la tele y pensar: "juega tus jodidas cartas, que aquí estaré esperando un próximo movimiento, para recordarte que nunca has podido, no puedes, ni podrás".
