-A mi no me gustaba estudiar
-Yo no creía en Dios.
-Yo odiaba a mi familia.
-A mi no me gustaba hacer ejercicio.
-Yo era un mujeriego .
-Antes pesaba demasiado.
-No me gustaba salir.
-A mi me gustaba vivir en el campo.
-Yo no creía en el amor.
-Ya, ya, ya... Lo se. Todos los que estamos aquí teníamos nuestra propia visión de la vida. Teníamos las cosas claras, estábamos seguros y no dudábamos ante nada que nuestra visión del mundo era la correcta. Pero lo que también tenemos todos en común, es que llegó esa persona, que trastocó nuestro mundo, le dio la vuelta y lo sacudió con todas sus fuerzas. Así que no dejéis escapar a esa persona, u os arrepentiréis toda vuestra vida.
