sábado, 10 de septiembre de 2011

 -Me encantan tus ojos.

-¿Por qué susurras?

-No quiero estropearlo.

-¿Estropear qué?

-Este momento.

-¿Qué tiene de especial ese momento?

-Nuestros corazones... se están conociendo. El tuyo le dice al mio que tiene miedo. El mio le dice al tuyo que ya ha conocido el miedo, y que tiene razones para tenerlo.

-Entonces... no hay nada que hacer.

-Olvidas la estupidez que les caracteriza, y la que les hace estar conectados. Caerán en el vacío como siempre, quizás por primera vez, o quizás por última. Pero no importa, laten de nuevo... como siempre, y como nunca.