Y mis realidades se escapan entre las yemas de mis dedos. Fríos dedos que dejan caer el cuchillo de la desesperación, de la ignorancia y de la maldad hecha forma. No todo lo que busques será bueno, pero si será lo buscado. Por eso me propongo conseguir todos mis objetivos, acaben bien o acaben mal, siempre será lo que he estado buscando. Porque no se nos da un camino desde el que empezar, lo creamos nosotros con nuestras decisiones. Duras y difíciles decisiones. Un día estás en lo más alto, y al siguiente, en lo más bajo. También es cierto que cuando se piensa que se está en lo más bajo, todavía quedan tres sótanos más por explorar, pero un día, tocas fondo. Y allí, lo único bueno que te queda es que a partir de ese momento solo puedes subir. Y subes. Hasta que vuelves a la normalidad, a tu cotidiana vida. Pero ya no la ves con los mismos ojos, ahora es diferente, ahora no te deprime, ahora la aprecias.
