Es algo más que un capricho, son miles de millones de conexiones químicas actuando en una parte de tu cerebro que envían señales eléctricas que viajan a gran velocidad hacia tu corazón para que lata más deprisa, hacia tus pulmones para que respiren más fuerte, hacia tu estómago para que se encoja, hacia tus manos para que tiemblen, hacia tus ojos, para que huyan de los suyos, hacia tu otra parte del cerebro para que piense en las millones de respuestas que podría darte, y finalmente... hacia tu boca, para que de ella salgan esas dos palabras, esas ocho letras... te quiero.
