jueves, 30 de junio de 2011

Fuego

No creo en mi, hace tiempo que no lo hago. Ya no tengo ilusiones, ya no tengo sueños. Con el paso de los años he ido apagándome lentamente... Pero ya no quiero ser eso más, tenia la ilusión, la certeza, de que mi vida estaba cambiando, de que eras esa razón de vivir que tanto me hacia falta, y de la que tanto hablamos esas largas noches. Estuve convencido de que lo eras, y en el fondo se que lo sigues siendo, solo tengo que olvidar, y para ello necesito tantas cosas, necesito que me abraces como nunca me has abrazado, necesito que me beses como nunca me has besado. Y a la vez, necesito que te alejes de mi, que me pidas perdón una y mil veces, necesito llorar, decirte que te odio, aunque no lo sienta. Necesito sacar esto de mi pecho. Es mi turno. Soy fuerte, pero este fuego quema cualquier corazón de hierro. Necesito odiarte, y luego amarte. Amarte de verdad, no este juego que hemos inventado. Es demasiado duro ayudarte mientras yo ardo por dentro. Pero es cierto que la idea de alejarme de ti, una simple idea, me hace encoger de temor mucho más que todo el fuego por extinguir. Así que no me detendré, dejare que el dolor fluya, intentare salvarte, salvarnos a los dos, hasta que todo salga bien o me convierta en cenizas consumidas por el fuego... una vez más.