Solo te pido poder despertar a media noche y saber que estás a mi lado. Poder llevarte el desayuno a la camas. Mentir cuando te digo que no miraré mientras te cambias. Llevarte a dar un paseo por las estrechas calles de nuestra ciudad. Quizás comprarte algo bonito, si me dejas. Almorzar junto al mar. Volver a casa y besar tu piel una y otra vez, hasta que se corten mis labios con tus espinas. Vestirnos para una noche romántica en nuestro salón, a la luz de las velas, aunque nada ilumina más que tus ojos. Y para terminar, tenerte en mi cama mirándome, hasta que mis ojos se cierren. Solo necesito eso. A cambio, te regalo mi vida entera, mis sueños, mi amor, mi cuerpo y mi alma, y por supuesto, para siempre.
