Cayendo bombillas del cielo, cientos de ellas, veloces y radiantes. Y mientras... a mi lado, las dos estrellas mas bonitas de todas ellas, en forma de ojos mirándome con ternura. Entonces desfalleces y te acuestas en la arena, cierras los ojos y piensas:
"Puede que no sea el rey del baile, pero aún así, tengo a una verdadera princesa, y bailaremos toda la noche..."