jueves, 18 de julio de 2013

Fantasmas del pasado que atormentan mi ser. Recuerdos, sentimientos, sueños rotos al fin y al cabo. Todas esos pensamientos de los que uno intenta escapar ciertas noches. Noches que son más bien una larga lucha entre tu pasado y tu presente. Dejamos que nos invada el pesar de nuestras decisiones y acciones, lamentándonos día tras día, segundo tras segundo, y lo que por desgracia ignoramos es que el segundo que dedicamos al pasado se lo restamos al presente, un segundo perdido que jamás recuperaremos, un segundo menos de vida, un segundo que nos arrebatamos nosotros mismos por culpa de nuestro masoquismo. Después de todos estos años he aprendido que debemos seguir nuestro camino, paso a paso, sin atormentarnos. No pierdas el tiempo, ni aunque solo sea un segundo.