domingo, 20 de abril de 2014

Lo duro no es levantarte, lo duro es ver como vuelves a caer, después de todo el esfuerzo, después de la soledad, el miedo, la incertidumbre, el desánimo... después de toda esa mierda, después de que tus sonrisas hayan dejado de ser falsas, después de que sientas que vuelves, que eres tú, que estás bien, vivo y fuerte. Después de que tu vieja amiga, la esperanza, vuelva a visitarte. Después de relajarte y conseguir sacar la oscuridad de tu mente. Después de pensar: "¿Cómo podía estar tan jodido? Es como la noche y el día". Después de encontrar de nuevo tu camino... te topas con un muro, una calle sin salida. Frenas en seco y no sabes a dónde ir o dónde mirar, lo único que sabes es lo que viene después: de nuevo, el vacío. Necesitas desesperadamente pedir ayuda, sientes como te ahogas entre tanta gente flotando. Algunos no saben siquiera que estás hundiéndote, y sin embargo otros, aunque serían capaces de beberse todo el mar con tal de salvarte, no lo consiguen. Es volver a lo mismo, es notar como tu mundo se va haciendo más pequeño, cada vez más solo, cada vez más problemas, cada vez más... y a la vez menos. Recuerdas como antes un simple día soleado podía hacerte feliz, mientras que ahora la luz no te alumbra, el fuego no te quema... no sientes nada, de nuevo estás eres vacío.